miércoles, 10 de diciembre de 2014

Dar la Cara es responsabilidad de todos

Carlos Martorell 2014

El V Concurso de spots publicitarios ESPOT "Da la Cara por la Salud Mental", organizado por Obertament contra la discriminación en Salud Mental, ha llegado a su fin. 
Una iniciativa de participación ciudadana y sensibilización sobre la normalización de la Salud Mental, rompiendo prejuicios, miedos y temores que acompañan en la actualidad a la problemática mental.

"Dar la Cara es responsabilidad de todos" fue lo más señalado en la Gala de entrega de premios de Obertament.

¿Por qué es necesaria esta lucha?

Un 28% de la población general no entrevistaría para un trabajo a una persona con un trastorno mental.

Entre el 70 y el 80% de las personas con trastorno mental están en situación laboral de desempleo.

Un 44,9% de los familiares de las personas con un trastorno mental no le alquilaría un piso a una persona afectada.

El 18% de la población considera que las personas con trastorno mental son peligrosas.

Sólo el 3% de las personas con trastorno mental cometen actos violentos, un porcentaje similar a la población en general.

El 51% de las noticias sobre la trastorno mental están relacionadas con asesinatos.

Más de la mitad de las personas que necesitan tratamiento no lo reciben y de las que están en tratamiento, un porcentaje significativo no recibe el adecuado.

Sólo el 14% de las personas con enfermedad mental crónica tiene pareja estable y un 18% afirma no tener ninguna amistad.

Se presentaron 42 spots optando a 5 premios con una dotación de 5000€, entre los 10 finalistas, los premios han estado entregados por los miembros del concurso, contando con expertos de la comunicación y publicidad y representantes de las entidades fundadoras.

Podéis ver los spots ganadores: 1º Premio "Que si patatín, que si patatán", 2º Premio "Cap prejudici", 3º Premio "El resto lo rellena tu imaginación", Premio por votación online  "Somos como tú"

Con el permiso de Obertament y con todo el respeto que me merece, los spots "ganadores" para Tira los Muros son:

Primera posición

Segunda posición

Tercera posición

Premio especial para Tira los Muros: "Romper con los Muros está en tus manos, no nos dejéis solos"

FUENTES: Obertament, OMS

6 comentarios:

  1. ¡Muchas gracias por compartirlo, difundir los vídeos y luchar contra el estigma, Hilari! :)

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  2. Creo que es difícil guardar la distancia adecuada entre la expresión pública de tu tara, y aquí soy muy tajante, con su necesaria y expresa (que se sepa) reserva individual. Desde mi experiencia, si ambas actitudes no aparecen conciliadas, el recelo social surge espontáneamente. Para el otro, la locura es desviación. 'Perder los nervios' y como poco no ser capaz de estar adecuado (tampoco andan tan desencaminados en los mínimos). Que ese inevitable 'no estar' adecuado puntualmente acabe convirtiéndose en un estigmatizante y totalizador posible 'no ser' adecuado, depende en mucho de la rigurosidad de la conciencia de tu propio problema. La gente percibe muy bien, ya que sabe que padeces locura y cuenta con la posibilidad de que en algún momento te 'desconectes', si tú mismo cuentas con esa desconexión real y objetiva. Vamos, si te parece algo de suficiente entidad, y ni lo justificas ni te identificas positivamente con ello. La verdadera locura no tiene pase ninguno, la gente común la repudia sin paliativos. Pero la valora si es una deficiencia más, si es algo de tal impacto en tu vida como para haberte molestado en desarrollar un plan de emergencia propio si se produce. Por ejemplo, cumpliendo con la medicación. Hasta sé les seduce que por comparación les apuntales en su propia estabilidad. Mi tesis, es que cuando saben que lo sabes, sin ostentarlo ni autodefiniéndote en el problema, la relación de ellos con esa locura tuya, puede mantenerse en la mera hipótesis. Confiándose, relajándose todos, mejor dicho. Mi experiencia es esa, que cuando tú te retraes, ellos te piden más cercanía; pero si te desacomplejas demasiado, enseguida se alejan. Sin embargo, también creo en la compasión honesta de la gente, porque saben que esa losa distintiva permanente en ti es algo duro (lo siento, pero reconocida la locura, no seremos jamás iguales: nuestra identidad no será ya íntegramente la de ellos, aunque queramos). Por todo esto el estigma no me parece algo tan unívoco y prejuicioso, sino un dinamismo entre actitudes mutuas y sujeto a límites. Por otra parte, si las sociedades no se salvan solas, no las salva nadie. Mejor, creer en uno. Considerarse, es más que tenerse autoestima.

    Hilari, un saludo.

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    1. Ancr, Gracias por tu comentario. Dar la cara, apuesto por ello, con conciliación o no de tu expresión y reserva individual, apuesto por la autoafirmación del problema (sin alardeo ni histrionismo) como uno se siente, sufrimientos y alegrías, no vivir en o ser una mera hipótesis, y claro que surge el recelo o compasión social y "la marca", este si que es el problema, y por ello hay que demostrar y dar la cara cada día y conocer verdaderamente a la Persona, no creo en la cronicidad, cuando sepan que hay más días de "conexión" que de "desconexión", habrá más justicia más aceptación más interacción y menos repudio, me niego a sumarme de "La verdadera locura no tiene pase ninguno, la gente común la repudia sin paliativos." y menos a valorar a la locura cuando es sólo una locura de impacto y una "deficiencia", PARA NADA, sólo hay una locura y no debe ser la psiquiatrizada la que nos marque el camino.
      Asumir una discapacidad o "deficiencia" no debe definir a la persona, seguro que la persona tiene más fortalezas que debilidades.
      Apuesto por la relajación y el desacomplejo siendo fiel a tí mismo y los demás, dando la cara.
      El retraimiento es una característica de TODOS, hay que diferenciar si es voluntaria o involuntaria, quien te conozca, te quiera o te aprecie lo comprenderá y les comprenderás, forma parte del proceso integración, asumiendo prejuicios anclados pero sin dejar de luchar contra ellos, nosotros no, no podemos ceder.

      Un abrazo
      Hilari

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  3. Me parece que lo que he dicho necesita verse aunque en su justa medida. Puede que yo juegue con la idea de que padezco un trastorno de ánimo y en las últimas me vuelvo psicótico (cuando no es así). O por lo menos no padezca una inadmisible etiqueta tan innombrable y poder aprovecharme de ese sentimiento culpa. No es tan sencillo, la verdad. Ante un símbolo de terror o disconfort crónico no hay compasión. Ahí, la aversión al riesgo del ciudadano medio es total.

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    1. ancr, son reflexiones que no debes justificar y menos sentir culpabilidad por lo que cada uno siente, has dado la cara, TE FELICITO.

      Un abrazo!! ;)))
      Hilari

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hilari319@hotmail.com